Me gustaría presentarles un kit básico con el que podríamos comenzar a trabajar cómodamente en diferentes proyectos de decoración floral.
Las flores y los materiales verdes se cortan, sujetan y conservan. Es por esto que necesitaremos unas tijeras de podar siempre afiladas; ligeras y aceitadas para que no nos dañemos las manos haciendo excesiva fuerza.
Estas tijeras se usan para los tallos leñosos y fuertes.
También necesitamos un cuchillo de florista o una navaja con que cortar los tallos más herbáceos que con la pinza de la tijera sufrirían.
Para limpiar los tallos fuertes de espinas y hojas secundarias sin dañarlos podemos usar esa especie de flor amarilla plástica. Los envolveremos arrastrandos hacia abajo el verde que queremos quitar.
Luego, podemos trabajar la composición atada en un ramo o pinchada en una esponja floral.
La esponja es ese ladrillo verde que tiene un gran poder de absorción y que permite clavar los tallos y que estos se mantengan sujetos e hidratados durante días.
El ladrillo es el más común pero existen muchísimas otras formas y siluetas.
Si nos decantamos por un ramo muy probablemente haya que atarlo.
Lo mejor es tener cordel fuerte de algodón o di no, rafia.
También es muy útil para cualquier tipo de atado el llamado alambre del Rhin, que es un alambre fino forrado de papel.
Por último, existen sobres de conservante para flor. Son unos polvos que alimentan la flor cortada a la vez que mantienen el agua limpia.
Aunque lo mejor siempre es cambiar el agua de los jarrones cada dos días y cortar la tallos del ramo un par de centímetros facilitando a las flores la absorción del agua.
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